Los pies son una zona llena de terminaciones nerviosas, por lo que su estimulación puede resultar demasiado excitante y puede ser una excelente herramienta para aumentar el nivel de satisfacción del encuentro sexual.
Por otro lado, se sabe que esta parte del cuerpo está cargada de un alto nivel erótico y que muchas personas sienten algún tipo de afiliación sexual al verlos, tocarlos y lamerlos (podofilia).
Aquí te explicaremos como estimularlos correctamente.
1. Prepara a tu pareja
Crea un ambiente donde ambos se sientas cómodos y relajados.
Aprovechando todos los sentidos (vista, gusto, olfato y tacto), baja las luces o venda sus ojos, añade olores estimulantes al espacio usando una vela olfativa o una esencia, y ahora sí, empieza con un buen aceite a acariciarlos suavemente.
2. Ubica los puntos erógenos
Mientras sostienes su pie, realiza suaves caricias de forma general por toda la zona con el fin de favorecer la relajación.
Apóyate de la reflexología, para estimular sus puntos erógenos y zona pélvica indirectamente:
- Realiza suaves círculos en su talón con tus nudillos.
- Realiza suaves círculos ascendentes, con tus pulgares, por todo su empeine hasta llegar a la parte frontal del tobillo.
- Libera tensión acariciando la planta de sus pies con las yemas de tus dedos.
Sus reacciones corporales te dirán en que tipo de estimulación debes concentrarte más.
3. Déjate llevar
Mete uno por uno sus dedos en tu boca, pasa tu lengua por la planta de sus pies y cómetelos sin reglas ni límites (puedes utilizar un aceite con sabor para que la experiencia sea más intensa para ambos).
Haz esto con cada uno de sus pies, adicionalmente puedes estimular tu cuerpo, mientras tocas a la vez el de tu pareja.
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